Me reuní con mis amigas el jueves en el aeropuerto de Girona. Tomamos un avion low cost hasta acá. Y, como no habíamos hecho reservaciones en ningún lado e íbamos a llegar a las 11 y 45 pm decidí que era mejor dormir esa noche en el aeropuerto para poder buscar la mañana siguiente una
pensione. Pero, de nuevo, como la suerte nos viene acompañando, al llegar a
il Bel Paese, conocí a un estudiante de arquitectura italiano que vive en Roma y nos ofreció de una vez sitio para todas en su tremendo apartamento a dos cuadras del Coliseo, con una vista impresionante de Roma desde su piso, en pleno
centro storico, y ademas con piscina. El chico, Patrizio, había estado de viaje por Brasil y por México y como la gente latinoamericana fue tan amable con el, quiso devolver el favor.
Se ha comportado de maravilla. Nos ha cocinado, nos ha llevado a
ristorantes de cucina tradizionale, nos ha paseado y ademas como es casi-casi arquitecto (anda terminando la tesis) nos iba explicando perfectamente la historia y arquitectura de cada barrio, de cada monumento, de cada fuente, de un mercado o parque que veíamos.
En Roma, Valentino el diseñador, anda celebrando 45 años de vida profesional, y mañana la organización tiene un aperitivo, y a Patrizio le han dado
bigliettis para el evento, cortesía de su tutor. Se celebrara en la tarde en unas ruinas fuera de la ciudad y me ha invitado que lo acompañe, y como sabemos que no soy dos pedidos (mucho menos para esto), simplemente alcanzare a mis amigas que se van
domani por la
mattina a Florencia.
Bueno me esperan con una
moretti, pero dejo algunas
fotos de estos días.