domingo, agosto 26, 2007

Back to reality

Estoy en Mérida. Feliz porque estoy de vuelta con mis queridos padres, con Made, con Manolito, y con mis perras. A Manuel Alfonso lo extrañaba desde que se fue de intercambio para Alemania el 7 de septiembre del año pasado. Ahora habla alemán y creció muchísimo, y llego con aires de madurez, ejem. Yo en cambio, fueron sólo dos meses y medio que estuve fuera de casa, pero se me había olvidado algunos detalles de aquí, como lo mucho que me gusta el Nestea venezolano, el papelón con limón, las cocadas, el cocosette, el pirulín, la comida de mi mamá, mi cuarto, mi carro, entre otras cosas. También se me había olvidado la ladilla crónica que son las obras del trole bus con sus respectivas colas y el olor asqueroso de monoxido de carbono que inevitablemente se respira de toda la transpiración de los autobuses, busetas y carros viejos de acá.

El último día en Madrid estuvimos haciendo compras todo el día. Nos despedimos de ella cenando por el centro, después terminamos acostándonos a las 5.30 am, haciendo las maletas, para luego levantarnos a las dos horas, porque el avión salía a las 10. Menudo estrés y tristeza que se pasa siempre al final de un viaje. Pero ya pasó. Entramos cansaditas a Mérida y ya hasta se acaba el incómodo jet lag. Aquí las fotitos de Madrid con las muchachas.

Que viaje tan bueno. Mis amigas, mientras me quedé en Londres, se fueron al final para Brujas, Amsterdam y Biarritz, y las pobres pasaron en ocasiones mucha roncha (porque claro, andaban sin mi, jeje), pero aprendieron un montón y están muy contentas con toda la experiencia. Y por mi parte también pasé de los mejores veranos en mi vida, conociendo gente muy pana y viajando entre mejores amigas. Cada cabeza de nosotras es un mundo, pero nunca llegamos a pelear. Fuimos muy civilizadas. Lo único que cambiaríamos, serían las mañanas donde teníamos que levantarnos a las 7 de la mañana para poder estar listas y salir del hotel a las 10.30/11 (obvio porque eramos ¡SEIS! y de pasapalo venezolanas).

Para mí, viajar y todo lo que conlleva: ver la fisionomía de las caras, la forma de vestir, la forma de hablar, la arquitectura de edificios y de casas, el desplazamiento del tráfico, la comida, los olores, la música, conocer parques, monumentos, obras de arte, así como ir a lugares que desconozco, ver su limpieza, la vida nocturna, etc... se convierte en toda una fascinación. Y así fue.

Claro, y no puedo faltar en agradecer a varias personas que hicieron que todo ésto se volviera realidad, comenzando por mi papá, que me lo patrocino y que terminó ayudando mucho en la organización. El viaje, sin duda, hubiese sido muchísimo menos provechoso y le debemos un montón. Además de él, también quedamos encantadas con toda la atención que recibimos de todo el mundo que nos dio hospedaje/comida por Europa, empezando por la señora Cristina en Madrid, luego en Barcelona al primo de Maigua, a Andrés y Elisa, a Ana y Eduardo, en Roma a Patrizio Pasquali, en París a la Madrina Nelly y su esposo Antoine, y en Londres a Carlos.

Ahora lo que nos queda es olvidarnos de las vacaciones y dejarlo como un lindo sueño, porque de momento nos toca las responsabilidades y el estudio parejo. Aquí les dejo un video de niños trabajadores en el Páramo merideño.

martes, agosto 21, 2007

Pegada in London...

Ha habido muchos cambios de planes desde París.

El domingo de la semana pasada nos ha pillado el proclive de la mala racha y perdimos todos los medios de transporte que se podrían perder para llegar a Londres, primero el tren de París a Calais, luego el autobús de Calais a la estación de Ferry (tuvimos que patear 40 min. hasta la estación), luego perdimos el Ferry desde Calais hasta Dover, y por andar dando más vueltas que un yo-yo, no nos cuadró para llegar directo a Londres y tuvimos que quedarnos en un pueblo costero de Inglaterra, en Dover repartidas entre un hotel muy caro y la estación de tren de Dover.

El lunes siguiente nos fuimos a Londres en el primer tren que había, y allá, en Victoria Station, me esperaba mi amigo portugués, Carlos De Sa. A éste le conocí por David, en San Pancho y tampoco nos habíamos visto desde sept '04. Desde el año pasado Carlos anda viviendo por acá.

De posada estuvimos finas, nos quedamos tres en casa de éste chamo (la Maigua y Claus) y las otras tres (Ale, Soph y Vane) en un hotel cerca de la casa. Carlos desde que me recibió, ha sido tan buen anfitrión y la hemos pasado tan bien, que el miércoles pasado cuando me iba con mis amigas, me terminó convenciendo para que me quedara, y así fue, ellas se fueron y yo desde hace 10 días estoy viviendo a lo londinense con él. El también está de vacaciones y lo aprovechamos en pasear por Londres y por los alrededores, en beber, en comer, en conocer a amigos suyos, en salir a ver partidos de fútbol, pelis, museos, barrios y parques. Yo ando encantada con Londres y con él. Tomé algunas fotos.

Esta noche me regreso a Madrid, y no me apetece nada de nada de nada. Pero bueno, nada es eterno y menos son las vacaciones.

Good bye now hectic London.

viernes, agosto 17, 2007

Desamor

Cuando un hombre te pudre el alma hay pocas cosas que se puedan hacer, salvo contemplar sarcástica o pacientemente el progreso de la descomposición. Tiende la despechada a pensar que el desamor ha sido sólo un puro malentendido, un percance de última hora. Y erra. Los otros, a los que les importa un carajo el lío sentimental de la susodicha, lo ven tan claro como el cristal de fábrica. Es un hecho contrastable que el ex le dejó porque tenía otras alternativas más vistosas, más útiles si cabe.

Y por mucho que en su afán de encontrar una excusa la abandonada escarbe en los últimos momentos que compartió con el amado, o trajine en su mente con las conversaciones que precedieron a la ruptura, no encontrará una solución lógica a su doloroso dilema. Ninguna palabra la ofendió más de lo que otras pudieron ofenderlo en otro tiempo, ningún acto o gesto fue motivo de la frialdad de trato que precedió a la terrible ruptura. La dejó porque ya tenía pensado dejarla.

No tuvo la culpa la despechada, no. Nadie la tuvo. Fue simplemente el desamor. Puede que hubiera otra. Pero "si te dejó, fue por algo", dice la sabiduría popular, y subrayo lo de algo, porque no dice "alguien", dice "algo". Ese algo bien puede resumirse en una palabra: hastío. A nadie le gusta que le dejen por aburrimiento, claro. Si encontró una sustituta es porque ya no precisaba de la amante, se había quedado corta o caduco, y sobre todo, lo aburría (?).

Las pruebas del desamor son incontestables. Las citas comenzaban a escasear, y se acortaban, como si hubiera prisa por irse a casa. "Mañana me levanto temprano", decía. Recuerde también el penado que en las conversaciones el ex no hacía ya nunca alusión al futuro, y que la sola mención de esos proyectos ilusos que fabulan los amantes en el despertar de su pasión estaba vetada bajo pena de silencio y cabreo. Sólo cabía un tema de charla: los problemas personales; sí, pero los de el.

Nada de idealizaciones. Si reflexiona un rato, recordará que sus últimas citas eran un extenuante, cuando no un suplicante, ejercicio de mercadeo, como el de un bazar turco. "¿El miércoles? Ya, ya, tienes que una cita con el doctor. Ah, ¿y el viernes? Sales con los del trabajo. ¿El lunes, entonces?". Pero una cita con el amado no puede regatearse ni convertirse en una ganga, porque se supone que el amor nos sublima, no nos rebaja; nos sube a los cielos, no nos arroja a los infiernos de la indignidad. ¿O sí? Precisado el diagnóstico, toca curarse.

domingo, agosto 12, 2007

La vie à Paris est jolie

Estoy de nuevo en la ciudad de l'amour, les fromages, la baguette, le croissant, le pain au chocolat, les cafés, los crepes, etc. De pana que París no se puede describir con palabras lo hermosa que es, aún con sus días nublados es encantadora.

Nos hemos quedado las primeras noches al norte de París, en los suburbios, en casa de familia de Ale y Soph. Y anoche, nos repartimos un poco, nos fuimos el subgrupo: Claus, Maigua y yo, ellas para una posada y yo con David, que vino desde Lille a pasar unos días conmigo en París.

David, mi carnal francés lo conocí en San Francisco por haber sido roommates por 4 meses y teníamos desde sept '04 sin vernos. Que alegría me dio este reencuentro. Después de tres años, hemos pasado estos días recordando y actualizando nuestras vidas. Desde aquel entonces, montó una banda de música, Borderline, y ha firmado un contrato con una compañía americana y se va en enero de tour por todos los EEUU. Le deseo a su banda toda la suerte del mundo.

Mis amigas y yo hemos hecho casi todo junto. Y como deber de un turista en París está en subir la Torre Eiffel, y por el frío que estaba haciendo, animé a las muchachas en subir por las escaleras, y ahora puedo decir con base, que es mucho más divertido por las escaleras que por el ascensor, y de ñapa también es la mitad de barato. Y no se la razón, pero ésta vez, de ésta manera, no me dio casi vértigo.

He pasado acá los últimos cinco días y nos vamos esta tarde para Inglaterra.

Bon, je vous laisse quelques photos ici. Alors, au revoir París! Je m'ennuierai beaucoup de vous.

martes, agosto 07, 2007

Venezia

Mi mamá siempre ha dicho que nunca se debe de criticar, que "la lengua es castigo del cuerpo", y hoy he sido victima de mi propia lengua. Regañando las muchachas por ser despistadas e impuntuales, hoy leí mal la hora de la salida del tren, y el tren salio a las 7.12 am, y yo llegué a las 7.42 am. Tuve que esperar hasta las 9 que salía el próximo tren. Pero bueno, no hay mal que por bien no venga y mientras esperaba conocí a unos argentinos en la estación del tren de Florencia, que les había pasado lo mismo, y que iban en la misma dirección, así que terminé yendo y pasando con ellos un día "bárbaro" en Venecia.

Esta ciudad es relinda y la mas revisitada de toda Italia. Recibe 20 millones de turistas al año. Cada vez esta más cara; tanto para la ciudad (se están hundiendo las calles), como para el turista. Por eso al final hemos dejado a Venecia como cosa de un día.

Después del almuerzo en la pizzeria "Pizza al Volo", la mayoría de los boludos andaban cansados y perezosos para seguir caminando, entonces Sebas y yo nos separamos del grupo para caminar y visitar mas a Venecia. Fuimos a Galleria dell'Accademia, al Palazzo Ducale y a muchas iglesias y capillitas. Después de tanto caminar y de tanto calor decidimos ir en vaporetto a la playita de Lido a descansar y refrescarnos un poco.

Ya encontré a mis amigas acá en la estación. Dentro de 23 minuti salimos para Parigi y ahora nos despedimos de la bella ciudad por la que Amerigo Vespucci dio nombre a mi país, por recordar los palafitos de Súcre a una pequeña Venezia... Venezuela.

lunes, agosto 06, 2007

Enamorada de Firenze...

La visité por primera vez hace doce años leyendo una novela muy romántica de los Medici y de la Gioconda; y luego la visité físicamente hace ocho años con mis papas y se convirtió en mi ciudad favorita, y juro que lo sigue siendo. Se respira un ambiente, una historia y una cultura en cada rincón que me enamoró desde hace mucho y sigo enamorada.

Madrugué esta mañana para agarrar el tren hasta acá. Llegué de una vez al Ostello Veneto, cerca de la Stazione, donde mis amigas se habían quedado la noche anterior en un cuarto bastante grande, costando 18 euros c/u, incluyendo desayuno. Es sencillito, limpio y con balconcillo. Ellas ya se habían ido a pasear cuando llegué a la posada, me dejaron una nota diciendo que Silvia se había ido para el hospital porque tenía el pie hinchado y medio infectado de un bicho que le pico. Por lo tanto, al final, pasé solita el día en Florencia.

A la hora del aperitivo, me perdí tratando de escapar de unos fastidiosos italianos, y me metí en una calle donde había un lugar para catar vinos y donde conocí a una pareja muy fiorentina y muy chic, que se apiadaron de mi y me invitaron a catar vinos con ellos y a acompañarlos a cenar.

Como a las 9 me conseguí con mis amigas y ahora estamos en el cybercafe del hotel.

Lástima que pude disfrutar de Florencia solamente un día, pero ni me preocupo, ya volveré. Domani nos vamos en la mattina para Venecia a pasar el día y luego en la notte en tren para Parigi.

sábado, agosto 04, 2007

Dolce Vita...

Me reuní con mis amigas el jueves en el aeropuerto de Girona. Tomamos un avion low cost hasta acá. Y, como no habíamos hecho reservaciones en ningún lado e íbamos a llegar a las 11 y 45 pm decidí que era mejor dormir esa noche en el aeropuerto para poder buscar la mañana siguiente una pensione. Pero, de nuevo, como la suerte nos viene acompañando, al llegar a il Bel Paese, conocí a un estudiante de arquitectura italiano que vive en Roma y nos ofreció de una vez sitio para todas en su tremendo apartamento a dos cuadras del Coliseo, con una vista impresionante de Roma desde su piso, en pleno centro storico, y ademas con piscina. El chico, Patrizio, había estado de viaje por Brasil y por México y como la gente latinoamericana fue tan amable con el, quiso devolver el favor.

Se ha comportado de maravilla. Nos ha cocinado, nos ha llevado a ristorantes de cucina tradizionale, nos ha paseado y ademas como es casi-casi arquitecto (anda terminando la tesis) nos iba explicando perfectamente la historia y arquitectura de cada barrio, de cada monumento, de cada fuente, de un mercado o parque que veíamos.

En Roma, Valentino el diseñador, anda celebrando 45 años de vida profesional, y mañana la organización tiene un aperitivo, y a Patrizio le han dado bigliettis para el evento, cortesía de su tutor. Se celebrara en la tarde en unas ruinas fuera de la ciudad y me ha invitado que lo acompañe, y como sabemos que no soy dos pedidos (mucho menos para esto), simplemente alcanzare a mis amigas que se van domani por la mattina a Florencia.

Bueno me esperan con una moretti, pero dejo algunas fotos de estos días.

miércoles, agosto 01, 2007

Tranquilita en Barcelona

Llegamos el lunes a las 2 pm por tren a la capital de la Comunidad de Cataluña, situada a orillas del mar Mediterráneo, al sur de los Pirineos y de la frontera con Francia.

Mis amigas y yo nos separamos durante toda la visita en Barcelona. Ellas se quedaron en el apartamento del amigo de Marco (primo de Maigua), y yo me quede, en casa de una de las hermanas de Edu con su hermano Andres y su novia Elisa. Solo ví a mis amigas en la noche, cuando ellas finalizaban de hacer sus cosas turísticas. Las fotos lo cuentan todo.

Entre tanto, estuve disfrutando de comidas, de paseos con Camarón y sin el, de juegos de mesa y de musiquita con Andresete y Elisa. Y por los calores que pegaban en Barcelona tuvimos que pasar una tarde riquísima de piscina invitados por Ana (la hermana mayor de Edu), su marido y su precioso Luc.